Todos llevamos dentro una fuerza que nos impulsa a reaccionar sin pensar, a ceder al miedo, a buscar control cuando sentimos incertidumbre.
Esa fuerza tiene mil formas: ansiedad, enojo, bloqueo, exigencia, vergüenza. En estos bocados la llamo La Bestia. No se trata de eliminarla, sino de aprender a reconocerla, observarla y —con práctica— liderarla.
Estos textos invitan a masticar con calma esas situaciones donde tu Bestia aparece: en una reunión, frente a una crítica, al tener que pedir algo, al sentirte observado, o al intentar algo nuevo.